miércoles, 19 de febrero de 2014

Capitulo 18

—No hables ¡Ni una palabra! —le advirtió Pedro con aspereza mientras iba de un lado a otro del pasillo donde Paula y el esperaban oír noticias de su padre.


Había logrado evitar el desplome de su padre antes de que golpeara el suelo, Paula le había recordado que el padre de ella era medico y había corrido a buscarlo mientras Pedro sacaba a su padre de la sala con la máxima discreción que permitían las circunstancias.Aun así, varios invitados incluidos los novios los habían seguido hasta el exterior del pequeño cuarto sin ocupar que Pedro había encontrado pasillo abajo. Gustavo Chaves, el padre de Paula, se había ocupado con firmeza de esos espectadores al reunirse con ellos un par de minutos más tarde ordenándoles que regresaran a la recepción, y a Pedro y a su hija que esperaran en el pasillo mientras el examinaba a Marco
Y eso le había proporcionado a Pedro la oportunidad de reflexionar.
Ese niño pequeño el hijo de Paula... 

¿También era su hijo...?

Dejó de caminar y la miró con expresión acusadora y ella supo que no tenía ningún sentido negar lo que a Marco le había resultado tan obvio.


Respiró hondo.

—Se llama Toby. Tobias —indico con voz trémula —Tiene casi cinco años.  

Pedro cerró las manos con fuerza a los costados.


—¡Cuatro años y once meses para ser precisos!


Paula trago saliva.


—Sí.

Esos ojos mieles brillaron amenazadores.

—¿Donde está ahora?


Paula se irguió a la defensiva.


—Lo llevé para que esperara con mi madre y Gonzalo. Se... se asustó cuando tu padre se desmayó de esa forma.


La miro con frialdad.

—La conmoción puede provocarle eso a un hombre que en los últimos cuatro años ya ha sufrido tres ataques leves al corazón


Paula había desconocido el estado de Marcos Alfonso, aunque tampoco habría sido de mucha utilidad que lo supiera. Ni Pedro ni el padre de él eran parte de su vida ni de la de Toby. Al menos no lo habían sido hasta ese día...
Sin duda Pedro querría... no, demandaría algunas respuestas. Al igual que la expresión de su padre al mirar primero a Marco y luego a Pedro le habían dejado bien claro que también el querría algunas respuestas en cuanto terminara de examinar al paciente.


Suspiró.


—No creo que esté sea el momento ni el lugar para hablar del tema Pedro...
—El momento para discutirlo habría sido hace cuatro años, cuando descubriste que habías quedado embarazada.
—Si no recuerdo mal hace cinco años tú ya no estabas a mi lado para hablar....


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