lunes, 24 de febrero de 2014

Capitulo 27

Respiró hondo antes de abrir los ojos y mirarlo indignada. A través de la camisa aún abierta pudo ver el fino patrón de cicatrices que rompía la suavidad de esa piel cetrina, con el pelo revuelto, parecía un pirata. Desde luego, tan atractivo que perturbaba su tranquilidad.


Enarcó las cejas con gesto burlón.


 —Estoy segura de que para mí ha pasado mucho más tiempo que la última vez que tú tuviste a una mujer


Pedro siguió mirándola en silencio durante unos segundos tensos, luego esbozó una sonrisa sin humor.


—No todas las mujeres son tan... comprensivas acerca de la imperfección física como pareces serlo tú —comentó con tono cortante.


Paula no podía creérselo. Si Pedro fuera un poco más perfecto, la tendría babeando


—Creo que lo que acaba de suceder ha demostrado que no faltaría gratificación física en nuestro matrimonio añadió él con perversión.


Paula apretó los labios.


—No vamos a casarnos—repitió con firmeza.


El se mostró impasible ante su vehemencia.


—Oh, creo que sí.
—¿En serio? —frunció el ceño, en absoluto contenta con la seguridad que mostraba el tono de Pedro.
—En serio —corroboró—Estoy seguro de que debes ser consciente de los beneficios que semejante matrimonio...
—Si te refieres a lo que acaba de suceder entre nosotros, ¡olvídalo! —exclamó airadaPuedo encontrar esa clase de «beneficios» con cualquier hombre.
—No habrá ningún otro hombre en tu vida en cuanto nos casemos, Paula —apretó los labios. —Ahora que sé cual sera tu reacción, nos casaremos en el sentido más completo del término. Al ser hijo único, espero que sea un matrimonio que nos permita tener más hijos, muchos hermanos para Toby.


Quedó momentáneamente desconcertada por esa afirmación. Luego movió la cabeza con énfasis.


—No puedo imaginar que desees pasar el resto de tu vida en compañía de una mujer que no te ama.
—Como tampoco a ti te gustaría estar casada con un hombre al que no amaras —reconoció —Pero la alternativa es mas apetecible que una larga, y sin duda pública, batalla legal por la custodia de Toby —expuso con tono sombrío.


Paula se quedó boquiabierta cuando su mayor temor se convirtió en una posibilidad.


—¿Le harías eso a Toby?


Pedro se encogió de hombros.


—Si no me dejas otra alternativa, sí.


Lo miró y la expresión implacable le reveló que hablaba en serio.


Respiró hondo.


—De acuerdo Pedro, pensaré en casarme contigo.
—Con pensarlo no basta, Paula —corto— y menos cuando sospecho que quieres retrasar lo inevitable con el fin de que Toby y tú puedan volver a Inglaterra mañana, tal como tenías planeado en un principio, ¿no?


¡Era exactamente lo que había pensado!

Se mordió el labio inferior.


—No creo que sea inevitable que nos casemos...
—Lamento discrepar. Quiero tu respuesta antes de que te marches hoy de aquí.
—La recibirás cuando esté preparada para dártela —exclamó exasperada.


Aunque tenía la impresión de que ya sabía cuál sería la respuesta....

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